En los tiempos de crisis tanto a nivel global como en nuestro sector, la formación para el empleo, toda información que nos ayude a gestionar nuestro negocio es poca y sobre todo, las más valiosa es aquella que nos ayuda a caracterizar el mercado al que nos dirigimos.
Como sabéis, estoy siempre ávido de conocer y contrastar, tanto de primera mano (fuentes primarias) a través del conocimiento que adquiero en las visitas que realizo a vuestros centros, como de fuentes secundarias (estadísticas oficiales, bases de datos, artículos especializados, etc…) información que nos ayude tanto a gestionar mejor los recursos que tenemos como a dirigir nuestro esfuerzos de forma adecuada siendo más eficaces y eficientes y, en definitiva, rentables.
Es por ello que, analizando tanto la Encuesta de Población Activa (EPA) a nivel estatal) como la oficina Europea de Estadística (Eurostat) en referencia a datos útiles para la formación profesional para el empleo en 2015, obtengo tres ideas y/o claves que creo de interés compartir con vosotros.
El interés por la formación es mayor entre los desempleados que entre los ocupados.
A mayor nivel educativo finalizado más participa en formación a lo largo de la vida
España está por debajo de la media Europea en cuanto a formación a lo largo de la vida.
1.- El interés por la formación es mayor entre los desempleados que entre los ocupados.
En España, en el año 2015, el 15% de los desempleados realizó actividades de formación continua, mientras que entre las personas con empleo este porcentaje alcanzó el 10,8%.
Las razones que explican esta situación pueden ser:
- La mayor disponibilidad de tiempo que tienen los desempleados para realizar cualquier tipo de formación, reglada o no.
- Los desempleados perciben, con mucha mayor intensidad, la rivalidad existente para acceder a un puesto de trabajo, y por ello intentan adquirir mayores competencias durante el periodo de desempleo.
2.- A mayor nivel educativo finalizado más participación en formación a lo largo de la vida
Existe una correlación directa entre el nivel educativo que acumula una persona y el grado de participación en cursos de formación realizado. Cuanto mayor es el nivel de estudios terminados, mayor es su participación y su interés por seguir formándose.
Así vemos que:
- Entre los que tienen estudios universitarios, en 2015, se formaron el 19,1% de los ocupados y el 29,6% de los desempleados.
- Entre los que tienen estudios de bachillerato o FP, se formaron el 10,5% de los ocupados y el 19,3% de los desempleados.
- Entre los que su nivel máximo de formación son los estudios obligatorios, se formaron el 4,1% de los ocupados y el 8,7% de los desempleados.
3.- España está por debajo de la media Europea en cuanto a formación a lo largo de la vida.
España está por debajo de la media de la Unión Europea, tanto de UE15 como UE28
¿Porqué considero que éstos datos tienen utilidad? ¿cómo puede sacar provecho de los mismos un centro de formación profesional para el empleo?
En primer lugar, considero que, desde este sencillo nivel, (que en futuros artículos iré complejizando) nos ofrece “pistas” para caracterizar el mercado al que nos dirigimos. Por ejemplo: si puedo elegir el colectivo destinatario de un curso, ceteris paribus, el colectivo más sencillo para captar será universitarios desempleados.
A mí me gusta decir que en el mercado de la formación existe dos grandes grupos: los que rechazan la formación -hay personas nada propensas al consumo de formación- y los grandes consumidores -el que consume formación lo hace año tras año y en grandes cantidades-
A veces pienso que, el negocio de la formación profesional para el empleo se parece al de los corredores de seguros, cuesta conseguir un cliente pero cuando lo consigues, lo tienes durante años.
Otra conclusión, partiendo que yo soy optimista, es que en España la formación profesional para el empleo, tiene un gran futuro, ya que poco a poco nos iremos acercando a la media europea. Otra cuestión diferente es cómo nos vamos definiendo todos y encontrando nuestro espacio, en un marco tanto económico como reglamentario “tan turbulento».
Por último, pero no menos importante, me encantaría saber cuáles son tus herramientas para obtener información de interés y caracterizar el mercado en el que centras tus esfuerzos, así como tu opinión al respecto del presente artículo. ¿Compartes mi optimismo y crees que en España nos iremos acercando a la media europea?
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