Habitualmente, recibo llamadas de centros de Formación Profesional para el Empleo, preguntándome y solicitando presupuesto sobre transformación digital, bueno las preguntas son más concretas, son sobre cómo implantar tecnología que les permita, fundamentalmente, o bien realizar webinars como apoyo a sus cursos presenciales, o bien implantar una plataforma de teleformación personalizada para su centro, principalmente. Obviamente a eso nos dedicamos y no hay problema alguno.
Hoy os voy a comentar lo que suelo decir a quienes me llaman, y en definitiva, mi visión sobre cómo los centros de formación para el empleo debemos enfrentarnos a la transformación digital, con la esperanza de que os sirva a todos mis colegas del sector de la formación profesional para el empleo a reflexionar sobre ello y ojalá, implementar un nuevo modelo de negocio exitoso y perdurable, que aunque nazca de la necesidad, venga a quedarse por la efectiva implementación y en la convicción que es parte de la adaptación de futuro de nuestros negocios.
Ya os adelanto, aunque debiera dejar “el suspense para el final” que, si se quiere implementar tecnología, pero no se tiene resuelto ni el modelo de negocio a aplicar, ni el modelo de operaciones, NO estamos ante una iniciativa de transformación digital. Y, os puedo asegurar, yo que vendo tecnología, que la tecnología por sí sola no puede transformar un centro de formación. La verdadera innovación la van a liderar las personas que forman tu centro de formación profesional para el empleo, con el directivo a la cabeza, pero ¿cómo lo podemos hacer de forma exitosa?
¿Qué es ésto de la transformación digital?
A mí, me gusta definir la transformación digital, como el proceso a través del cual incorporamos tecnología digital a nuestra entidad para poder adaptar nuestro proceso productivo a un nuevo modelo de negocio.
En la transformación digital tenemos tres niveles: negocio, operaciones y tecnología, que tienen que estar alineados. Un programa exitoso de Transformación Digital, de hecho, requiere un enfoque integrador, para que la iniciativa de transformación digital sea verdaderamente transformadora y exitosa.
Esta es la teoría y aquí tenemos la primera dificultad, alinear los tres niveles: negocio, operaciones y tecnología. Esta es una tarea complicada, que requiere cierto rodaje, por lo que en un primer momento quizás tengamos que conformarnos con integrar dos de ellos… pero sin perder de vista, que el objetivo será tener negocio, operaciones y tecnología alineados, ya que cada uno de los tres niveles tiene una fuerte relación con los otros elementos. El modelo de negocio, las operaciones o la tecnología por sí solas no pueden transformar una empresa: solo una revisión integrada de al menos dos de los elementos permite la transformación digital.
MODELO DE NEGOCIO en la Transformación Digital
Un modelo de negocio describe de manera racional cómo una organización crea, entrega y captura valor en un determinado contexto (social, cultural…). La transformación digital no trata de añadir una capa digital al negocio, si no de transformar el negocio a la luz del nuevo contexto digital.
En el mundo digital, las normas son diferentes a las del mundo físico. Lo digital se rige por una física diferente. Cuando, por ejemplo, alquilas un local y lo preparas como centro de formación, tienes las limitaciones de la física (superficie, tiempo…). En un aula de X metros cuadrados, puedes formar a Y alumnos por hora, el máximo de alumnos que puedes formar en una semana es Z. En cambio, en un aula virtual no hay límite para el número de alumnado que puedo formar en una semana. Y de igual modo que tienes que aplicar unas leyes físicas distintas, también tienes que aplicar unas leyes económicas distintas a las aprendidas, ya que en el mundo digital rigen otras normas para crear, entregar y captura valor. Si intentas jugar en un nuevo mundo con las reglas del pasado, cometerás uno de los errores más comunes por los que las empresas más están sufriendo actualmente.
Cómo hemos visto en varias ocasiones cada vez intervienen en los modelos de negocio un número mayor de agentes y las transacciones entre ellos son más diversas. Os pongo un ejemplo: en la página web de FUNDAE, desde hace unos pocos meses se ofrece formación que no se encuadra ni en formación de oferta ni en formación de demanda, tal como la conocemos. Es formación en competencias digitales, “cursos de formación y recursos formativos elaborados por grandes empresas, para que los utilices sin coste alguno”. Me permito un consejo, coge un folio y un lápiz y dibuja las relaciones y las transacciones que se dan entre todos los que intervienen.
Es importante identificar los cambios de negocio en el mercado impulsados por la tecnología y definir respuestas estratégicas o al menos, intentar anticiparse con el movimiento estratégico correcto.
OPERACIONES en la Transformación Digital
“La transformación digital es un viaje, no un destino”, con tu modelo de negocio, has marcado la dirección, pero ahora toca recorrer el sendero que has marcado.
En operaciones siempre estamos avanzando a la vez que revisamos y evaluamos constantemente el camino por el que transitamos. Desde el modelo de negocio nos han dado un destino, pero en operaciones tenemos que dibujar día a día el camino, y eso implica revisar y evaluar constantemente –una de las características de la transformación digital es que vamos a tener datos, muchos datos, que nos permitan revisar y evaluarnos constantemente, y tomar mejores decisiones. Te advierto desde ya, que la otra cara de contar con datos será la infoxicación, exceso de datos.
La aceptación de nuevas tecnologías, nuevos procedimientos y nuevas formas de organización por parte de la empresa es un área clave que requiere un monitoreo continuo y (si es necesario) un rápido ajuste.
La transformación digital, sobre todo en operaciones requiere como en cualquier gestión del cambio, implicar a las personas para poder tener éxito. La transformación digital va de personas, mucho más que de tecnología. Por esta razón, uno de los componentes para el éxito de la transformación digital es que en tu centro de formación profesional para el empleo, las personas sean receptivas a la tecnología y a la innovación -¡indispensable la dirección!.
El mundo digital es un nuevo continente que está por descubrir, lo mismo que en el modelo de negocio no sirven las reglas clásicas de la economía, en operaciones, la normas que nos han enseñado de producción, son de difícil aplicación, salvo excepciones. En los servicios no estamos acostumbrados, y menos en nuestro sector, la formación profesional para el empleo, a aplicar la servucción con técnicas leam, “que cada alumno/a reciba la formación precisa, en el momento preciso, en la modalidad precisa y al precio preciso”
Como el acceso a la tecnología se está universalizando (por su disponibilidad, coste y facilidad de replicación), la única ventaja competitiva sostenible a largo plazo es que los centros de formación sepan innovar en sus procesos operativos.
Las operaciones, constituyen la forma en que los centros de formación realizamos los servicios que llevamos al mercado. Por lo que la transformación digital afectará tanto al back office como al front office de nuestro centro de formación.
Digitalizar las operaciones, no se trata de trasladar al mundo telemático el proceso de prestación del servicio tal como se viene desarrollando. Es el momento de hacer un análisis encaminado a la simplificación y mejora del proceso, teniendo presentes las posibilidades que ofrecen los diferentes canales y sus respectivas problemáticas, de forma que se optimice la prestación del servicio en su conjunto.
En formación profesional para el empleo, muchas veces el proceso es el siguiente: tenemos un curso ya concedido y posteriormente tenemos que buscar al alumnado. Leía hace unos días que, en una comunidad autónoma, de cada 3 cursos se “devolvía uno” por falta de alumnado. La transformación digital nos permite poner al alumno en el centro, tenemos que copiar el modelo de éxito de los líderes digitales que es “customer-centric” (darle al alumnado lo que necesita y merece) frente a los modelos tradicionales “product-centric” (esforzarse en vender el producto). La transformación digital es una oportunidad más, para poner al alumnado en el centro.
Tenemos que pensar en cómo podemos personalizar la formación que impartimos y como señalaba, darle a nuestro alumnado lo que necesita y merece. Tenemos que estar preparados para incorporar nuevos conceptos como aprendizaje diferenciado, aprendizaje personalizado, aprendizaje adaptativo.
- Aprendizaje diferenciado describe el caso en el que hay diferentes caminos que los alumnos pueden tomar dentro de un entorno de aprendizaje, generalmente organizado como categorías preestablecidas.
- Aprendizaje personalizado describe el caso en el que hay un camino diferente para cada alumno individual, a menudo implementado en un método basado en reglas con un árbol de decisión. Los estudiantes realizan una prueba de diagnóstico el primer día, que se introducirá en un motor de reglas para diseñar la ruta y el contenido de ese alumno.
- Aprendizaje adaptativo se basa en datos y toma continuamente datos de los alumnos y adapta su camino de aprendizaje para «cambiar y mejorar con el tiempo para cada estudiante».
El que no veamos a diario a nuestro alumnado en nuestras aulas, no significa que no necesiten que los acompañemos continuamente. Me gusta una frase de Rosa Liarte
“Se dice que los alumnos son nativos digitales, pero yo creo que no, son huérfanos digitales porque realmente aprenden de lo digital solos”
Otro elemento en el que tenemos que pensar es cómo van a ser los puntos de contacto con nuestros clientes y consumidores -incluidos nuestros alumnos-. Estos usan la red de manera cada vez más y más masiva, y ello nos obliga a replantear buena parte de las acciones de marketing, comunicación y atención que tenemos en nuestro centros. El usuario puede llegar a pedirnos ser atendido las 24 horas del día, esté donde esté -el radio de acción de un centro de formación se multiplica con la transformación digital-, por varios canales, en tiempo real y de manera personalizada. Este es un reto, también, que debemos solucionar desde operaciones.
TECNOLOGÍA en la Transformación Digital
La tecnología es un elemento necesario en la transformación digital, pero la tecnología no es el núcleo de la transformación digital, es un facilitador. Esto no quiere decir que debamos menospreciar la aportación que hace la tecnología, ni mucho menos, la tecnología sirve (y respalda) la realización del objetivo de negocio y nos ayuda en el cambio del modelo de operaciones.
Los conocimientos tecnológicos se aprenden, pero ese es el primer paso, los conocimientos tecnológicos son una función necesaria pero no suficiente. La clave para garantizar el éxito de cualquier transformación digital desde el punto de vista tecnológico es comprender los beneficios que la tecnología aporta a cada función de la empresa.
Por otro lado, la tecnología es el motor de los cambios tanto en operaciones como en modelo de negocio, por lo que debemos ser capaces de identificar el impacto de la tecnología en ambos componentes.
La tecnología es sin duda el catalizador de la innovación, pero por muchas tareas que las máquinas puedan realizar, por muchos algoritmos que implantemos, la verdadera innovación la van a liderar las personas que forman tu centro de formación profesional para el empleo.
Estamos convencidos La transformación digital, es la evolución natural a la que estamos abocadas todas las organizaciones y empresas, y en esa medida también nos afecta a todos los agentes que operamos en la órbita de la formación profesional para el empleo.
Para llevar a cabo la transformación digital va a ser imprescindible combinar adecuadamente la adopción de tecnologías con la recualificación continua de los trabajadores y ahí nosotros, los centros de FPE, vamos a tener un papel principal y relevante. Los centros de formación profesional para el empleo, somos o debemos ser parte del ecosistema que, de respuesta al resto de organizaciones afectadas por la transformación digital, ya que la transformación digital de empresas requiere de profesionales con capacidades digitales y una formación técnica específicas a la que nosotros, los que formamos el sector de la formación profesional para el empleo, tendremos que dar respuesta.
Se requiere una formación específica orientada a la industria digital y los nuevos modelos de negocio, para facilitar la transformación digital de las empresas y cubrir los nuevos puestos de trabajo que se crearán relacionados con el mundo digital y el sector de la formación para el empleo tenemos que dar ejemplo, estar ahí los primeros y ayudar al resto a adquirir dichas competencias.
Si necesitas ayuda a la hora de afrontar la transformación digital de tu centro de formación profesional para el empleo, puedes ponerte en contacto con nosotros. Tenemos experiencia a la hora de abordar una verdadera transformación digital tanto en la optimización de los procesos como en soluciones tecnológicas pensadas para mejorar la evolución de tu modelo de negocio.
Por último, pero no menos importante, me encantaría saber tu opinión, ayúdame con tus comentarios. ¿Qué iniciativas de transformación digital habéis tomado en vuestro centro?, con la nueva coyuntura económica ¿crees que la transformación digital vendrá impulsada desde la Administración o por la iniciativa de los centros de formación profesional para el empleo?
Si crees que le puede servir a más gente, ¿me ayudas a llegar a ellos compartiendo este post en tu Twitter, tu Facebook, tu Linkedin y/o a tus contactos por E-mail?
Comentarios recientes