¿Cómo nos adaptamos los centros de formación profesional para el empleo, al espacio, al territorio, donde vive nuestro alumnado? El origen de esta reflexión es una ponencia del profesor José María O´Kean, en la presentación del kit digital, donde hacía una taxonomía de espacios y del distinto comportamiento del consumidor en ellos:
- E1, la naturaleza, el campo, el mar
- E2, la ciudad
- E2.5, mi casa
- E3, el espacio digital
- E4, el metaverso
E2, donde nace la formación profesional para el empleo, tal como la conocemos.
La educación, tal como la conocemos se crea en la ciudad. La educación se generaliza en la revolución industrial, cuando las personas migran del campo (E1) a las ciudades (E2). El sistema que existía en las ciudades preindustriales para formarse, el gremio, donde uno se iniciaba de aprendiz, pasaba a oficial y luego a maestro, no es capaz de formar a la mano de obra que demanda la industria. Cada vez que paso por un centro de formación y escucho el timbre (para entrar o salir del recreo, para el cambio de clase…) pienso en la sirena que se utilizaba en las fábricas para marcar la entrada o salida (o en las cárceles).
El germen de la formación profesional para el empleo que hoy tenemos -sin remontarnos a los gremios- podrían ser las escuelas de aprendices y el PPO (Promoción Profesional Obrera). Es una formación urbanita. Diseñada para impartirse principalmente en los núcleos urbanos.. Por eso tiene tanto arraigo la formación presencial. El grupo, el profesor, el aula, la inspección… no creo que en los últimos años se hallan introducido muchos cambios significativos. Yo visito muchos centros de formación profesional para el empleo y los pupitres o puestos de taller siguen estando alineados, el mobiliario no ha evolucionado, -salvo el proyector que nos permite realizar las presentaciones que antes hacíamos con las antiguas transparencias de acetato-. No creo que hayamos cambiado mucho, fíjate que las sillas siguen siendo las mismas.
Te propongo un experimento. En una formación presencial, en un aula con wifi libre, haz una pregunta a los alumnos que sabes no conocen la respuesta. Lo más probable es que nadie te conteste. ¿Cuántos alumnos cogerán su móvil para realizarle la pregunta a Google? Probablemente ninguno. Sin embargo, extramuros del aula, muchos hubiesen recurrido a Google. El aula presencial es espacio E2, no es espacio E3, entre otras cosas por falta de cultura digital.
Otra limitación que tenemos en la formación profesional para el empleo es que hemos heredado las normas, los usos y costumbres, de la formación profesional reglada.
E1, Formación profesional para el empleo en la España vaciada
La formación profesional para el empleo no entiende el espacio E1, lo que hoy llamamos la España vaciada. ¿Qué recursos le damos a una persona que quiere formarse en un pueblo de 100 habitantes? ¿Cómo puede superar las brechas de acceso a la formación en las zonas rurales? Sin fibra, con mala cobertura, cuando se está “atado” a una explotación ganadera que no le permite trasladarse, cuando la despoblación impide formar un grupo estándar de 15 alumnos… ¿Es posible formarse sin abandonar el pueblo?
Las iniciativas para dar formación profesional para el empleo a las personas del espacio E1, han sido escasas. Podemos resaltar la educación por correspondencia -en España, la primera iniciativa de enseñanza por correspondencia data de 1903-, luego complementada con los programas de radio educativos, lo que sobre 1965 dio lugar al sistema tridimensional basado en la interacción de tres elementos: el texto impreso, la clase radiofónica y la tutoría (presencial y/o por teléfono). Todos esto hoy nos suena a viejuno. La formación profesional para el empleo no acepta, desde la Ley 30/2015, la formación a distancia. ¡El único recurso que tenemos en el campo (E1) es la teleformación! Yo vendo teleformación, pero me pregunto: un alumno de un pueblo de 100 habitantes ¿tiene el equipo, la conexión y las habilidades, para encontrar y realizar un curso de teleformación que se ajuste a sus necesidades? Y también me pregunto: los centros de formación profesional para el empleo ¿tenemos en modalidad de teleformación los cursos que se necesitan en el espacio E1?
La actividad tradicional del espacio E1 ha sido el sector primario… ¿pero pueden arraigar otras actividades en las zonas rurales? Me gustaría recordar, que una de las primeras tiendas online de España, nació en 1995 en Benasque (Huesca), de la mano de Carlos Barrabés (25 años), hijo de los propietarios de una tienda de material de montaña en un pueblo que tenía unos 1.200 habitantes. Como curiosidad, a principios del 2000, Barrabés, sufrió el boicot de las tiendas de montañismo de EE.UU. que presionaron las revistas para que no aceptasen publicidad de Barrabés y a las marcas para que no vendiesen sus productos a Barrabés. En esa época la empresa, desde el pueblo de Benasque, facturaba 8 millones de € y exportaba el 25% a EE.UU.
No puedo dejar de hablar de la brecha de uso por falta de competencias digitales, atención esta brecha ¡no es exclusiva en el espacio E1! Pero creo que es más difícil disminuirla en el espacio E1 que en el E2. Por cierto, estos días hemos descubierto que en la élite de nuestros políticos existe problemas para utilizar un programa de votación que es dicotómico Sí ó No. Pero ¡no pasa nada! A los ciudadanos nos exigen que nos relacionemos con la Administración (y con los bancos…) de forma digital.
A lo largo de mi vida profesional, he analizado distintas formas de acercar a las personas que viven en un entorno no urbano la formación profesional para empleo. Esbozamos un proyecto para llegar a las mujeres rurales con hijos, con un autobús de dos pisos (el característico de Londres) en el que teníamos un aula en el piso superior y una guardería en el inferior. Pero en muchas de estas iniciativas, chocábamos con los cánones de la formación profesional para el empleo. El ADN de la reglamentación de la formación profesional para el empleo es urbana y presencial.
No me doy por vencido y sigo rumiando iniciativas para llegar a la población activa que está en contacto con la naturaleza (E1). Una de ellas podría ser la actualización del sistema tridimensional. Por ejemplo, combinar: libro de texto, podcast y tutorías por teléfono y/o WhatsApp). Esta combinación podría incluso funcionar con otros segmentos de la población: personas que viven en grandes ciudades y se desplazan durante una hora en transporte público para acudir a su puesto de trabajo, marineros…
Para hacer match entre la oferta y la demanda formativa en el espacio E1, deberemos trabajar en superar la brecha de acceso, la brecha de competencias digitales, adaptar las modalidades formativas que actualmente utilizamos, realizar una oferta adaptada no tanto al pasado sino al futuro del espacio E1…
E2.5 ¡Mi casa como espacio formativo!
La pandemia nos ha descubierto el espacio E2.5, ¡mi casa!, donde nos hemos refugiado. La teleformación siempre ha sido diseñada para ese entorno. Cuando pensábamos en nuestro buyer alumno -la representación ficticia de nuestro alumno-, lo imaginamos sentado en su casa, en una ciudad, con un ordenador de sobremesa siguiendo nuestro curso. Sí ya sé, conozco el m-learning…. pero conozco los contenidos que utilizamos en modalidad teleformación en formación profesional para el empleo yo veo las estadísticas de los alumnos que pasan por nuestras plataformas y creerme sé de que hablo. La inmensa mayoría de los cursos que impartimos hoy en formación profesional para el empleo, en teleformación, responden a un modelo ordenador de sobremesa o portátil. En la pandemia hemos incorporado el aula virtual síncrona, que en la mayoría de los casos es una traslación de aula física presencial (E2) para poderla consumir en E2.5
Lo mismo que he comentado que la formación profesional para el empleo no puede regirse por las normas de la formación profesional reglada, la teleformación no se puede regir por las normas de la presencial. ¿Revisamos la situación de los certificados de profesionalidad en modalidad teleformación?
La teleformación, es el primer paso que los centros de formación profesional para el empleo presenciales deben plantearse, antes de intentar conquistar el espacio E3 o E4.
E3, el nuevo continente ¡espacio por conquistar en formación profesional para el empleo!
Luego tenemos el espacio E3, no es un espacio físico, es el espacio digital. En E3, no importan los átomos, importan los bytes. Todos nosotros, cada vez más, realizamos parte de nuestra vida en ese espacio. Para mí, su principal característica es que el coste marginal es cero. El principal reto que tenemos los centros de formación profesional para el empleo en el espacio E3 es el de realizar la transformación digital de nuestros centros de formación profesional.
- En el espacio digital (E3) ¿por dónde se mueve nuestro alumnado y por donde nos movemos los centros de formación profesional para el empleo? Los alumnos (cada vez más) se mueven en las redes sociales (Facebook, Instagram, LinkedIn…). Una pregunta que suelo hacer a los centros de formación profesional para el empleo con los que hablo, es sobre sus redes sociales… y más de una vez escucho frases del tipo: “nuestro centro de formación tiene una estrategia definida en redes sociales”, que ahondando un poco más en la conversación, se convierte en: “tenemos un perfil en Facebook que abrió un profesor del centro, que ya no está”
- En el espacio digital (E3) el alumno puede customizar su formación y el centro de formación puede personalizar la formación que recibe cada alumno. Un matiz, customización (customization) no es lo mismo que personalización (personalization). Un alumno customiza su formación, cuando él, va eligiendo entre un abanico de posibilidades, lo que se acomoda a su necesidad. Un centro personaliza una formación, cuando le va llevando por un camino u otro al alumno, en función de su analítica de aprendizaje, es decir, basado en su comportamiento previo. Aunque el objetivo de la customización y la personalización sea el mismo, adaptar la formación a la necesidad del alumno, se diferencian en quién toma las decisiones.
- Uno de los primeros productos adaptado al espacio digital (E3) fue el MOOC (Massive Open Online Course). Nace en agosto 2008 y se populariza en otoño de 2011 con «Introduction to Artificial Intelligence«, organizado por Sebastian Thrun -profesor de Stanford University- y Peter Norvig -director de investigación de Google-. Reunió a ¡160.000 alumnos! Procedentes de todo el mundo -entre esos alumnos me incluyo-. Sí, los MOOCs tienen alta tasas de abandono, pero lo que nos enseñaron es que en la formación digital el coste marginal tiende a cero y la matriz del modelo de beneficio (como se pueden transferir los costes entre los agentes). Imagina que te piden un presupuesto para realizar formación presencial a 80.000 alumnos, probablemente tengas que comprar una calculadora con más dígitos. Pero una vez calculado, si lo quieres hacer para 160.000 alumnos, te será fácil… multiplicarás por dos. Sin embargo, el presupuesto de un MOOC de 80.000 alumno y uno 160.000 alumnos es prácticamente idéntico. Debido al éxito del MOOC, Sebastian Thrun abandonó la Universidad de Stanford y fundó la plataforma Udacity. Le han seguido varias plataformas Coursera, Udemy, MiriadaX… o en formación profesional para el empleo en España, Digitalízate plus de Fundae.
- La economía digital, en el sector de la formación, también ha creado su propio producto: el infoproducto que nace, crece y se monetiza en el espacio E3.
- Los centros de formación profesional para el empleo tenemos que generar producto formativo que sea mejor que gratis.
- En el espacio E3, el profesor, pierde protagonismo… y se incrementa el protagonismo de la comunidad (aprendizaje social)-dentro y fuera del proceso formativo- y de la tecnología -con la aparición de Weblab (laboratorios virtuales), boots, tutores virtuales, inteligencia artificial…-
- Me parece muy interesante el avance que hemos tenido en la definición de nuevos tipos de aula. En mi cabeza, el aula bimodal, con formación síncrona, donde el alumno puede elegir en acudir físicamente o conectarse en remoto el aula- más una plataforma de teleformación con formación asíncrona, me parece muy interesante. En lenguaje de Fundae sería modalidad mixta, con aula bimodal para la parte presencial y teleformación. Aunque, creo que la plataforma de teleformación podría alojar recursos que se utilizasen también en la parte presencial.
En el espacio E3 es más sencillo impartir formación lean, “que cada alumno/a reciba la formación precisa, en el momento preciso, en la modalidad precisa y al precio preciso”
E4 ¡El futuro lejano! (o no)
Y por último tenemos un nuevo territorio, el metaverso (E4). Metaverso es un acrónimo de meta, que significa trascendente, (además es como se ha renombrado Facebook) y verso, del universo. No es una idea nueva, el término fue acuñado por Neal Stephenson en su novela de ciencia-ficción Snow Crash (1992), que presenta un mundo virtual donde los humanos interactúan mediante avatares. El mundo virtual, puede simular al mundo real o ser un mundo inventado.
A mi, que tengo 58 años, me recuerda a Second Live, lanzada en 2003. Donde recuerdo, que, como una operación de marketing, varios centros de formación abrieron una “sucursal”. No descarto que, en breve, algún centro de formación profesional para el empleo, se sume a la fiebre del metaverso e inaugure un aula, como mera estrategia de marketing -que seguro tendrá repercusión publicitaria-. En el medio plazo veremos alguna prueba de concepto, pero no creo que sea una realidad en el mundo de la formación profesional para el empleo por lo menos hasta dentro de 10 o 15 años.
Actualmente la industria más avanzada en el E4 es la de los videojuegos, donde los jugadores tienen una identidad virtual y están dispuestos a pagar por bienes virtuales-. Pero para que llegue a nuestro sector, la formación profesional para el empleo, se tienen que desarrollar e integrar tecnologías para dar el salto de la internet 2D -a la que algunos hemos visto nacer- a la internet 3D. Tecnologías que desde la formación profesional para el empleo deberemos estar vigilantes, pues alguna de ellas quizás las podamos aprovechar en otros espacios.
- tecnología inmersiva: gafas realidad virtual, accesorios hápticos…
- una latencia extremadamente baja en las comunicaciones,
- mucha más potencia informática (ordenador cuántico)
- avances en inteligencia artificial
- el blockchain, por su capacidad para autenticar la identidad de los usuarios y permitir la interoperabilidad
- las criptomonedas como medio de pago
Las estrategias, las tácticas y las políticas en la formación profesional para el empleo deben adaptarse al medio en el que vive nuestro alumno. Actualmente el presupuesto de la formación profesional para el empleo se reparte, entre el Estado y las CC.AA., entre ocupados y desempleados, entre formación intersectorial y sectorial, entre formación subvencionada y bonificado… ¿se podría repartir también entre espacio E1, E2, E2.5, E,3 y E4? Estamos en un momento apasionante, la transformación digital, en los centros de formación profesional para el empleo seguro que va a permitir el que podamos mejorar la competitividad de nuestros empresas y la empleabilidad de nuestros alumnos.
Si estás trabajando para adaptarte a alguno de estos espacios estaremos encantados de colaborar contigo. No lo dudes ¡ponte en contacto con nosotros! Tenemos experiencia y ponemos mucha ilusión en la mejora de la formación profesional para el empleo.
Por último, pero no menos importante, me encantaría saber tu opinión, ayúdame con tus comentarios. ¿Conoces alguna iniciativa que adapte la formación al entorno del alumnado? ¿Qué iniciativas les pedirías a las Administraciones Públicas para adaptar la formación profesional para el empleo a los distintos espacios?
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